Las perlas son pequeños tesoros, ya que son gemas que proceden de seres vivos y las convierte en únicas. Un colgante de perlas es un pequeño tesoro. Y muestra de ello es que hemos llamado perla a lo más valorado y lo más bello. En este artículo revisaremos cuáles eran los significados de las perlas en las culturas antiguas.
Las perlas formaban parte de los tesoros de las realezas pero no solo eso, también adornaban los vestidos y los peinados de la nobleza.
Si atendemos a los mitos, las perlas son protegidas en alta mar por sirenas, ninfas acuáticas y genios en forma de serpiente. Las perlas también adornan los cuerpos de las diosas como si fueran pequeñas esferas de luz. Se asocian específicamente con las diosas del mar, pero también a las del cielo como Isis, Diana, Poseidón. De hecho, se dice que Afrodita nació del mar, como una perla. Motivo por el que en muchas pinturas la vemos adornada con ellas.
El simbolismo chino definía al Tao como la perla del sabio, mientras que los dragones celestiales extraen la perla de la sabiduría de las nieblas del caos. Las perlas negras son una rareza, en la antigua sabiduría china también creían que las perlas se originan dentro del cerebro de los dragones, por eso se les asocia la sabiduría. Estos seres protegían a las perlas colocándolas entre sus dientes y para conseguirlas había que matar al dragón.
Si lo pensamos bien, parte de la magia de las perlas es que son una joya que nace de algo irritante, puede ser un grano de arena o algo de materia orgánica que penetra en la madreperla y que esta es incapaz de expulsar. La forma y el tamaño de las perlas suelen variar, pero lo más habitual es que tengan un tono pastel suave e irisado. Su naturaleza delicada y prístina ha hecho que se las considere como un emblema de la virginidad de la pureza y del amor juvenil. En este sentido, era habitual que las novias llevarán un collar de perlas.
En el misticismo persa, la perla era la imagen del alma inmortal en el cuerpo mortal, ya que era como una especie de misterio que no siempre podía encontrarse.
Antiguamente también se consideraba que las perlas eran las lágrimas de la luna. Para los incas y los aztecas, las perlas habían sido imbuidas de propiedades místicas de salud, sabiduría y profecía. Los indios de Norteamérica usaban las perlas de agua dulce para hacer collares.
En la Polinesia las perlas representan el amor eterno. Para ellos, Oro, el Dios de la paz y la fertilidad, llegó a la Tierra en un arcoíris con la intención de darle una perla negra al hombre. Por eso es un símbolo del amor eterno.
Otra de las leyendas polinesias cuenta que los espíritus de la arena Uaro, y el coral Okana adornaron al molusco de labio negro Te Ufi, con un manto que brillaba con los colores de todos los peces que nadan en la Polinesia.
En cuanto al zodiaco, se asocian las perlas a los signos de cáncer y géminis.
En definitiva vemos, como prácticamente en todas las culturas y los tiempos se han valorado las perlas y se las ha asociado a la sabiduría y a elementos valiosos.
Hoy en día las novias aún tienen predilección por las perlas. Un colgante de perlas, unos pendientes, un collar pueden realzar su vestido. Diseñadoras famosas y mujeres importantes de todos los tiempos han lucido estas joyas como un recordatorio de su unión con la vida.